¡Conoce los pueblos costeros de la provincia onubense!
Entre las aguas del Océano Atlántico y las arenas doradas, pasando por la fauna y flora de la provincia onubense, se encuentra la conocida Costa de la Luz, la costa de Huelva. Sus kilómetros y kilómetros de playas esconden tesoros de incalculable valor, los cuales a cualquier aventurero que se precie les interesará descubrirlos.
Los municipios costeros del litoral onubense conforman una variedad natural, gastronómica, cultural, de costumbres y tradiciones que parten desde lo propio hacia todas las comodidades con las que poder desconectar y relajarse en la actualidad. Todo un mundo de sensaciones y experiencias
A continuación te enumeramos los pueblos que conforman la costa onubense, así que no te pierdas ninguno de ellos.
Isla Cristina
Es un lugar de una larga tradición pesquera y lleno de belleza. Sus orígenes surgen en torno a la segunda mitad del siglo XVIII, cuando personas procedentes del Mar Mediterráneo comenzaron a pescar atunes y sardinas, entre otras especies a la par que extraían la sal. Así que sii vas, seguro que quedarás atrapado entre sus redes.
Sus costumbres y sabores están llenos de vida, haciendo que tu experiencia sea descubrir algo nuevo cada día, algo que sin duda es puramente de Huelva. Fronterizo con Portugal, su tradición marinera y sus playas kilométricas de arena dorada te darán un paisaje que fotógrafos y pintores buscan con anhelo, además de poder disfrutar del sol y de la brisa del mar. Desde la Punta del Caimán a Islantilla, el verano perfecto lo tienes en Isla Cristina.
Cartaya
En el territorio del municipio onubense de Cartaya se encuentra El Rompido y Nuevo Portil, lugares que brillan con luz propia. Entre sus puntos de interés más especiales está el de su naturaleza, destacando la Flecha, una lengua de arena de kilómetros de longitud donde puedes relajarte mientras quedas prendado de una naturaleza de un atractivo singular. Esta forma parte del Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido, por lo que si la fauna y la flora es tu pasión podrás encontrar muchas especies. Tan solo tienes que pasar de una orilla a otra en barco, una experiencia totalmente recomendable.
En cuanto a El Rompido, este es un lugar también de tradición marinera que te enamorará con sus casas de pescadores, sus barcas a orillas del agua, su inmenso faro y unos atardeceres de película. Si el paisaje te robará el corazón, te aseguramos que su gastronomía local te ganará el estómago. Y no olvides que , si eres fan de los deportes acuáticos, de aventura o te encanta el senderismo, hay diferentes lugares y rutas donde poder practicarlos.
Punta Umbría
Si es de Huelva, ¿será un pueblo marinero? Evidentemente. Además es uno de los más concurridos y llenos de vida de toda la provincia durante el verano, con muchísimas actividades de las que disfrutar. Sus bares, restaurantes y chiringuitos te harán disfrutar de una gastronomía espectacular. Y cómo no, sus playas de arena dorada son perfectas para el descanso, con el sonido de las olas del mar. Todo esto convierte a Punta Umbría en uno de los lugares costeros tradicionales para el descanso desde la llegada de los ingleses a la provincia onubense allá por el siglo XIX
Punta Umbría es la playa favorita de los habitantes de la capital onubense y la tradicional playa de Huelva desde que los ingleses llegaron a la provincia a mediados del siglo XIX. No podemos dejar atrás el Paraje Natural Los Enebrales, con una playa totalmente virgen repleta de dunas y especies como el pino piñonero y romero, entre otras.
Moguer y Palos de la Frontera
Entre ambos municipios se encuentra Mazagón, un lugar conocido por sus playas que pueden ser vistas desde las alturas de sus acantilados. Una de las más conocidas es la Playa del Parador, la cual es un lugar lleno de belleza donde poder disfrutar de los beneficios del mar y del sol.
Su cercanía con el Parque Nacional de Doñana le otorga alguna de sus cualidades como sus dunas salvajes y pinos ubicados entre sus arenas a la par que kilómetros de playa donde disfrutar de la tranquilidad y también de la aventura practicando deportes náuticos y haciendo rutas de senderismo.
Almonte
Matalascañas es un entorno sencillamente espectacular donde el tiempo durante el verano parece detenerse para que puedas disfrutar de todas las maravillas que oculta esperando ser descubiertas por alguien como tú. La Torre La Higuera es, sin duda, uno de sus distintivos. Ubicado en la playa de Doñana, se da un equilibrio perfecto entre un turismo de sol con gran capacidad y una naturaleza de gran belleza y dimensiones gracias a su limpieza y accesibilidad.
Por supuesto su gastronomía te hará emocionarte probando delicia tras delicia y el encanto de sus gentes hará inolvidable tu verano visitando Matalascañas.
Ayamonte
¿Y qué decimos de Ayamonte? tierra fronteriza con Portugal, con una gran diversidad natural, gastronómica y de fuertes tradiciones que van desde la marítima y pesquera hasta la artística en facetas como la pintura, la música o la fotografía.
Se ubica en la desembocadura del río Guadiana otorgándole un paisaje que llena de alegría a sus gentes. Y no hablemos de las playas de Punta del Moral y de Isla Canela, lugares repletos de belleza natural gracias a sus arenas doradas y un mar que revitaliza a todo el que se baña.
Personas de todo el mundo vienen a visitar este maravilloso lugar, se quedan prendados por sus costumbres, se enamoran de su gastronomía y sueñan con volver a ver uno de sus hermosos atardeceres.
Lepe
Lepe es un pueblo repleto de costumbres y tradiciones que lo hacen sencillamente único. El amor y cariño de sus gentes desprende hospitalidad por todas partes. Además, si quieres disfrutar en este municipio el verano, hay kilómetros y kilómetros de playas donde tus únicas preocupaciones serán tumbarte al sol y darte un baño.
Destaca La Antilla, donde su gastronomía, chiringuitos y ambiente en sus calles, repleta de comercios y bares locales para todos los gustos y opciones te llevarán a un verano sencillamente inolvidable.
Esperamos de corazón que este post te haya resultado útil. Nos vemos en el siguiente.
¡Hasta la próxima!